El poder de la intolerancia
Hay un terreno nubloso cuando hablamos de tolerancia porque se supone que respetamos lo que otros piensan aunque no lo compartamos; esa es la teoría pero no es la práctica. En la práctica la tolerancia nos lleva a soportar actitudes y acciones que nos afectan. Que lastiman.
Yo relaciono la intolerancia con la defensa de mis valores. No hay ruptura sin intolerancia. Claro, el respeto ante todo no es opcional. ¿Se han preguntado cómo conseguimos el voto de la mujer? lo conseguimos siendo intolerantes ante la discriminación por género.
Hay luchas que requieren intolerancia.
No apruebo la discriminación ni que me falten al respeto o me acosen en las calles [soy intolerante a eso]. Hemos tolerado el acoso durante décadas y ahora que alzamos la voz intentan silenciarnos pero, ¿que creen? ¡no lo haremos!. Vamos a luchar, no permitiremos más abusos: se acabó. Es hora de que la intolerancia gane terreno para reclamar nuestros derechos: es una herramienta que bien fundamentada nos puede garantizar la equidad.
By: Fernanda Hervias
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