Pues no me siento

Enójate cuando haga falta, aprende a enojarte y a expresarlo cuando sea necesario. ¡No se siente señora!

El enojo es el empujón necesario para cualquier cambio. Gracias al enojo hoy las mujeres votamos, por ejemplo. No dejes que hagan menos tu enojo, ni tu lo hagas menos; dale la importancia debida. Lo importante aquí es aprender a enojarse; a que sea constructivo y no destructivo. Destructivo es cuando explotamos, se la cantamos al que se nos atraviese y herimos a otros; constructivo es cuando, como dije al principio, utilizamos este enojo como un impulso para lograr cosas.

Reflexiona sobre tu manera de enojarte, ¿es constructiva o destructiva? la clave está en retener el por qué de tu enojo y dejar ir la explosividad.
Es prueba y error, todos hemos explotado alguna vez y poco a poco aprendemos a "controlar" ese enojo, sin embargo, cuando lo controlamos simplemente enterramos ese enojo y ni construye ni destruye. ¿Si no usamos el enojo para construir entonces cual sería el fin de enojarnos? Cada emoción tiene una función y si las enterramos las volvemos inútiles. Calma tu explosividad, agarra ese enojo y haz algo con él. 

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