Mañanas
Mis pensamientos comienzan a atacarme, a penas me despierto y mil cosas comienzan a preocuparme. No estoy en el presente, estoy en todos lados menos ahí; primer día de escuela y en lo único que pienso es en cómo llegar al último. Respira. Me agobia no encontrar mis tenis, la idea de haberlos perdido se convierte rápidamente en el monstruo debajo de mi cama.
¿Cómo lo voy a manejar?
¿Cómo alguien se acostumbra a la responsabilidad total de su supervivencia? Pensar a futuro se convierte en una bola de nieve cada vez más grande que, aunque imposible que me mate, logra causarme pánico. Ansiedad. Si me preguntaran qué me pasa diría que nada y si me preguntaran cómo estoy diría que bien porque así como cuando tienes duda de todo en clase pero no preguntas porque ni siquiera sabes qué preguntar, así yo conmigo: algo no se siente bien, algo me molesta pero ese algo podría ser todo o nada. El miedo al éxito tal vez porque eso da más miedo que el fracaso.
Posdata: ya encontré mis tenis.
By: Fernanda Hervias
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