Recoge tu basura
A veces usamos a las personas como botes de basura, les aventamos lo que ya no nos sirve y esperamos que ese bote nunca se llene; pero la gente se cansa de solo recibir lo que ya no quieres.
Hay un tipo de personas que inmediatamente te hacen sentir en confianza; son buenas escuchando y siempre están para consolarte o ayudarte. Es muy fácil convertir está relación en un ganar-perder tú ganas porque te quitas de encima el peso que conllevan tus problemas pero esa persona pierde, le avientas todo ese peso como si fuera un bote de basura. La energía pesa o te vuelve liviano; cuando estás fluyendo en vez de cargar las cosas tu energía es liviana pero cuando cargas y cargas empiezas a pesar.
Entiendo la importancia de hablar lo que te pesa para dejarlo ir (sería una mentira creer que siempre vamos a ser positivos y que nada nos va a molestar) pero, a pesar de que el egoísmo muchas veces es bueno en cuestiones de amor propio y salud mental, también es importante proteger a los que amamos. Alguien que te aprecia siempre te va a escuchar, de vez en cuando dale un respiro, de vez en cuando déjalo recargarse en ti como tú lo haces de él. Soy una persona que habla MUCHO y tiendo a caer en esto, en no darme cuenta de las cosas por las que pasan mis amigos porque la que siempre está hablando soy yo.
Para mejorar mis relaciones me propongo: en primer lugar escuchar, hablar menos y dejar que los demás también se recarguen en mi y, en segundo lugar me propongo que salgan más cosas positivas que negativas de lo que digo; no prometo no quejarme o desahogarme porque de vez en cuando es sano pero sí referirme a las situaciones de una manera en que lo que digo aporte.
By: Fernanda Hervias
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