Contágiate de pasión
Hace unos días platicando con una amiga me salió del corazón decir que yo "me alimento de la pasión" y por pasión me refiero a esta afición y emoción intensa que todos experimentamos cuando algo nos cautiva lo suficiente. Mi motor son las personas apasionadas y las historias bien contadas. Cuando tenía quince años yo quería que me regalaran un viaje a Europa y terminé en Cancún, ¿cómo pasó eso? mi papá me pitcheó la idea de ir a Cancún todos juntos con tanta emoción que me la contagió. Algo así me pasa cada vez que veo un documental, una entrevista o llevo una clase con un profesor que realmente se siente apasionado por lo que hace.
Yo he pasado de querer estudiar física a querer ser deportista olímpica o a trabajar en la F1. Cuando siento que me quedo sin motivación la medicina que siempre me funciona es la pasión de los demás por lo que hacen. Me contagian la emoción y para mi es como si hubiera pasado por un arcoíris en Mario Kart. Esto que me pasa a mi tiene que ver con la empatía. Así como nos sentimos mal cuando vemos situaciones injustas en otros o percibimos su tristeza, también nos sentimos emocionados cuando percibimos esta emoción de alguien a quien queremos o admiramos.
Tenemos algo en nuestro cerebro conocido como "neurona espejo", gracias a esta neurona podemos descodificar el lenguaje corporal e imitarlo cuando nos sentimos así, también funciona con las emociones y comportamientos. Por eso cuando estamos tristes vemos películas felices para sentirnos mejor o películas tristes para sentir que alguien nos acompaña en nuestra tristeza. Esta cuarentena la motivación a sido irregular hasta que finalmente, hace unos días la perdí. No quería salir de mi cuarto ni hablar con nadie, hasta que decidí contagiarme de pasión y ahora siento que no hay quien me detenga a cumplir mis nuevas metas. Así que ya sabes qué hacer cuando quieras automotivarte, usa tus neuronas espejo a tú favor.
By: Fernanda Hervias
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