CHIDA

Siempre has sido tú pero nunca lo has visto de esa manera. Todos nuestros propósitos de año nuevo, ya sean materiales o psicológicos, implican una mejora en nosotros mismos, sin embargo, nos concentramos solo en la parte específica de nuestra vida en la que recae el propósito ya sea un propósito financiero, de salud física o psicológica y no vemos la manera de mejorar nuestros hábitos en general creyendo que un área no afecta a la otra. Cuando nos pongamos a nosotras mismas como prioridad por fin cumpliremos nuestros propósitos de año nuevo. La motivación se acaba, de ahí la importancia de tener las metas claras y saber el beneficio que representaría para nosotras más allá del área específica a la que impactaría. Si vemos nuestra vida como un todo y conectamos la manera en la que nuestras facetas se conectan seremos conscientes de como comer sano, tener estabilidad emocional y tener éxito en la escuela o en el trabajo se afectan entre sí.  Somos un universo y nuestras pequ

No dejes que el miedo te frene, haz que te impulse. Que el miedo al fracaso te lleve a trabajar más duro en vez de impedirte que luches por eso que quieres. Hoy lo viví, mi entrenador me pidió que corriera a una velocidad que llevaba años sin correr; la primera vuelta el miedo me frenó (fue mi peor tiempo) pero la segunda no se lo permití y logré un tiempo mejor que el que me había pedido. El miedo paraliza, frena o impulsa: tú elige. Hay personas que nunca se atrevieron a hacer lo que soñaban por miedo y prefirieron quedarse en su zona de confort, hay otras que se arriesgaron y que, sabiendo que el fracaso podría dejarlos peor que cuando iniciaron, le ponen todo el corazón a sus proyectos; esas normalmente son las personas a las que admiramos. Que el nuevo año te impulse; deja atrás los miedos que te frenaban y úsalos a tú favor. Ponte a prueba, atrévete a lograr todos tus sueños. Hay una pequeña luz (esperanza), tan pequeña que muchas veces mejor "nos evitamos la fatiga

Al despertar, recibimos una bomba de información, todo lo que ignoramos mientras dormíamos regresa: los pendientes, las preocupaciones y un resumen de nuestro contexto (dónde estamos, qué día es, etc.). Toda la información está revuelta y nuestro cerebro comienza a trabajar lo más rápido posible para organizarla y que podamos procesarlo. Parte de este proceso es ir agregándole peso a nuestros hombros; tanta información puede resultar abrumadora.  Muchas veces no tenemos a una persona que escuche todo lo que se nos pasó por la mente cuando recién nos despertamos y muchas otras la persona con la que estamos también necesita ser escuchada; por eso y para darle descanso a tu mente de tanto estrés y ansiedad el mejor truco es escribir justo en el momento en que te despiertes. Dale una mano a tu cerebro cuando esté intentando organizar el boom de información que le llegó cuando abriste los ojos. No permitas que el abrumamiento llegue o que la ansiedad se haga presente; escribir n

El hábito es el que nos lleva al cumplimiento de las metas que nos ponemos.; sin embargo, siempre ponemos toda nuestra energía en la meta y nos desmotivamos cuando nos damos cuenta de todo lo que no habíamos considerado para llegar a ella: el trabajo constante. Cuando imaginamos nuestro futuro nos visualizamos en el momento en que logramos lo que nos propusimos y eso nos emociona tanto que nos da un pequeño empujón para comenzar a crear un hábito pero ese rush nos dura una o dos semanas que no son suficientes para convertir nuestras acciones en hábitos; la motivación se empieza a acabar y se hace más difícil mantener el hábito. Nunca imaginamos el proceso para lograr lo que queremos, nuestro propósito siempre es llegar a la meta y nunca lo que tenemos que hacer para llegar a ella: el hábito. Si mi propósito y energía se concentran en crear un hábito (ahorrar, comer bien, hacer ejercicio, ir a terapia) eventualmente los resultados se harán notar. La diferencia entre enfocars