Ráscate la panza sin culpa

Cuando era pequeña mi papá me decía "yo no me estoy rascando la panza como tú" cuando le pedía algo y esa era mi señal para ponerme a hacer algo productivo. 


No lo culpo, seguro es frustrante saber cuánto trabajas para mantener a tus hijos y que ellos no hagan más que ver la televisión; sin embargo, llegó un punto en mi en que mi vida se convirtió en hacer, hacer, hacer. Pero, ¿qué pasa ahora cuando tengo tiempo libre, cuando ya terminé mis responsabilidades y me puedo sentar a rascarme la panza Simplemente ya no puedo, tengo una voz interior que me sigue repitiendo haz, haz, haz. Bueno, pues le haré caso y haré NADA.
Ahora, la parte interesante es ¿cómo hacerlo sin sentirme culpable? si esperabas una respuesta fácil lamento decepcionarte porque no la hay. 

white boat on body of water bear mountain covered of snow
Piensa en productividad como algo que le aporte a tus sueños y a veces hacer nada le aporta más que freírte el cerebro trabajando.

Recuerda: nada en exceso.
¿Sabes cómo crece el músculo?, el músculo no crece durante el entrenamiento, el músculo crece después, cuando lo dejas descansar después de exigirle su máximo esfuerzo. A veces pasa lo mismo con las demás áreas de la vida. No puedes esperar que tu cuerpo y mente te den su 100% en todo momento sin que tu les des un tiempo de la maravillosa "nada" para crecer. Solo es cuestión de saber que ya diste tu máximo y, en este momento, lo mejor que puedes hacer para que las cosas fluyan es rascarte la panza.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¡No más acoso!

Redefine tus creencias [espirituales]

¿Qué es la virginidad y cómo la usan para controlarnos?